Debo reconocer que cuando escuché hablar de Band of Skulls
por primera vez, pensé que sería una banda pasajera más, una de esas
formaciones que se olvidan a la primera de cambio. Por curiosidad, más que por
interés, me dispuse a escucharles y comprobar si ciertamente eran tan buenos
como decían. Lo que encontré fue muy gratificante, aunque aún les falta una
vuelta de tuerca más para hacer un debut sorprendente. Algo comprensible, pues
surgieron de la nada en medio de un panorama que daba miedo: Arctic Monkeys
venía pegando fuerte con un sonido fresco e innovador. Sin olvidarnos de
Radiohead, que acaparaba toda la atención con el lanzamiento de su séptimo
álbum de estudio, In Rainbows. A pesar de ello, los de Southampton lograron
hacer ruido y conseguir su merecida atención con su notable debut, Baby Darling
Doll Face Honey. En poco tiempo obtuvieron críticas generalmente positivas, y
fueron reconocidos como la respuesta inglesa a The White Stripes y The Black
Keys. Años más tarde, Russell Marsden y los suyos regresan con Sweet Sour, el
ansiado trabajo que recoge el legado de su debut y lo eleva al cuadrado.
Luego de Bruises, la hermana gemela de Sweet Sour, los
jovenzuelos nos muestran su otra cara: su lado más mimoso, amoroso y afable. Lay
My Head Down es la pieza más lenta del elepé, pero no por ello es la peor del
mismo. Todo lo contrario, es la más bonita y madura de todo su tracklist y,
posiblemente, de sus composiciones. Es auténtico blues, y, como diría una
íntima amiga, es puro amor. La guitarra te acaricia la piel, te eriza el vello
y te estremece. La voz, por su parte, te emociona y te hace viajar en tus más
recónditos pensamientos.
Para que no nos durmamos en los laureles con la suave
armonía de Lay My Head Down, el trío sale al rescate con The Devil Takes Care
of His Own, el primer single del álbum. Regresan los tronidos de las crudas
guitarras y los repentinos arranques y pausas: vuelve el garaje rock en su
vertiente más salvaje.
Cuándo escuchas Navigate, tienes la sensación de que estás viajando
al paraíso en una especie de burbuja muy frágil, igual que en una clase de yoga.
Una melodía agradable y dulce, que crea una atmósfera exquisita con sus cálidos
arpegios, nos hace el recorrido más ameno y nos abstraen de los problemas del
exterior: Navigate es sinónimo de intimidad.
Ciertamente, Sweet Sour es superior a Baby Darling Doll Face
Honey en todos los aspectos, y se trata de una producción compacta y elaborada, pero, tras acabar el CD, tenemos la sensación de
que los chicos tienen mucho más que ofrecernos. No lo justifico con su corta
edad, pero sí comprendo que su poca experiencia en este amplio mundo pueda
jugarles una mala pasada, a pesar de los 3 años transcurridos desde su debut. Será
cuestión de madurar y coger rodaje. De lo que sí estoy seguro es que estos
ingleses poseen un potencial que un día verá la luz. Para ese entonces, espero
poder disfrutarlo tanto como lo hago ahora.
Típica banda que last fm me recomienda y yo pasando. Habrá que ponerse con ellos, tiene buena pinta
ResponderEliminarDoy fe de que son buenos , nunca me dio por escucharlos , pero gracias a mi asesor musical personal me anime y me gustaron,son dignos de escuchar. :)
ResponderEliminarMuy buen trabajo en criticar esta genial banda, me ha encantado mucho su trabajo.
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