viernes, 28 de septiembre de 2012

Y olvídate de los problemas: The Hives - Lex Hives


Tras 5 años de ausencia, los suecos más divertidos y extravagantes están de regreso. Han vuelto a vestirse de gala para presentarnos su nueva producción tras su último trabajo discográfico, The Black and White Album, un disco realmente raro y cargado de experimentación que no sentó nada bien al público, sobre todo a quienes les seguían. Aún así, el corte tiene grandes hits que se han convertido en himnos para corear en sus conciertos: sin ir más lejos, ahí tenemos Tick Tick Boom. Por fortuna para muchos, la banda ha vuelto a sus orígenes con Lex Hives, pero sin renunciar a la innovación y al buen rollo, del que pueden presumir, y que han cosechado desde sus orígenes, allá por 1993. Así mismo, se mantienen fieles a sus principios e influencias: garage rock y punk. Dos estilos diferentes, pero que combinan a la perfección, dando como resultado una imagen gamberra y alocada.

Come On! es el tema elegido para darnos la bienvenida: una melodía pegajosa y cálida y un coro a grito de Come On! nos saludan con desparpajo y soltura, y nos deja entrever lo que será en sí el álbum. Quizás no sea una pista muy trabajada ni compleja, que no lo es, pero sí cumple su cometido sobradamente. Es plana, pero concisa.

Tras ella, es el turno de Go Right Ahead, el primer single elegido por la banda para promocionar este elepé  (además de ser realmente la primera canción del álbum). Una vez más, optan por los coros y las melodías sencillas. O lo que es lo mismo, va por los mismos derroteros que la breve introducción. No es una pista tan energética como I Want More (una de las canciones más destacables) y le falta fuerza, agarre y pegada, que sí tiene el tema citado. De hecho, no deja de ser una mera extensión de Come On! Aún así, es divertido y mantiene el nivel.

Como dije, I Want More es digna de admiración. Tiene todo lo que les ha caracterizado a lo largo de su trayectoria, y se atreven con algunas novedades. Comienza con un riff de alto voltaje, como de AC/DC.  Luego se disipa para darle protagonismo a la voz y volver con más fuerza. Es un constante tira y afloja, una montaña rusa donde se puede apreciar esa suciedad y crudeza en las guitarras, características del género, y, por qué no, de la banda.

Los chicos no se cansan de buscar nuevas maneras de divertirnos: Wait a Minute, la pieza más bailable de Lex Hives, y también la más llana. La letra no es que esté demasiado elaborada, pero es asquerosamente adictiva. Es imposible no menear la cabeza, como mínimo.

Dicho todo lo anterior, pregunto: ¿Se han quedado Pelle Almqvis y los suyos sin imaginación? Desde luego que no, todos los miembros de la banda se han afanado en encontrar un sonido nuevo y fresco, pero sin renunciar a sus raíces. Tímidos coqueteos con el Soul (Patrolling Days), riffs demoledores (I Want More), reminiscencias a música de otra década (Midnight Shifter), inmediatez y chulería por los cuatro costados. Es un coctel explosivo que nos explota en la cara, nos empapa, refresca y deja con ganas de más, ansiosos de qué nos esperará después.

Lex Hives no es pretencioso. Su único cometido es que elimines el estrés, te olvides de los problemas, ya sean personales, sociales o políticos, y que lo des todo sobre la pista. Quizás pudo estar mucho más trabajado (se trata de una autoproducción), sabiendo que van 5 años desde la publicación de The Black and White Album, pero no se le puede pedir más a una banda que ha pasado por todo en los últimos años (la formación ha reconocido que durante los procesos de grabación casi se separan debido a sus diferentes ideas). Eso sí, demos gracias que sus diferencias no han podido con ellos. Han regresado, y qué regreso.

3 comentarios:

  1. En su línea.

    Without the Money es puro amor.

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  2. No se me habia pasado por la cabeza escuchar ha este grupo, hasta que leí esto.
    Muchas Gracias, porque el grupo es alucinante.

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